viernes, enero 22, 2010

Celso siglo II después de cristo

(...)Judíos y Cristianos me parecen una bandada de murciélagos o de hormigas saliendo de su agujero, ranas reunidas en torno a su charco, o gusanos en medio de un lodazal, y disputándose entre si cuáles serán los mayores pecadores. Pa­rece oír a esos animalitos decirse entre sí: «Es a nosotros a quien Dios revela y predice todas las cosas Del resto del mundo él no se preocupa; deja el cielo y la tierra rodar a su aire para preo­cuparse de nosotros. Somos los únicos seres con los que desea establecer intimidad, porque Él nos hizo a su imagen y semejanza. Todo nos está subordinado, la tierra, el agua, el aire y los astros; todo fue hecho para nosotros y destinado a nues­tro uso; y puesto que ocurrió que algunos de nosotros pecaron, vendrá Dios en persona o enviará a su propio hijo para quemar a los malos y hacernos gozar con él la vida eterna». Un tal lenguaje sería seguramente más fácilmente soportable entre los gusanos y las ranas que en la disputa entre Judíos y Cristianos.(...)

(...)Es pueril hacer del hombre el centro de la crea­ción. Dios, según parece, no creó el trueno, los relámpagos y la lluvia. Y aunque él fuese el autor, no se podría decir que con la creación de la lluvia Dios favoreció más el sustento del hombre que el de las plantas, los árboles, las hierbas o los espi­nos; y si se pretende que todas estas producciones de la tierra crecen para el hombre, ¿Por qué antes para el hombre que para los animales salvajes y privados de razón? ¿Éstos no parecen haber sido menos bien tratados que nosotros? Por el precio de un duro trabajo o de todos nuestros sudores, conseguimos con mucho costo asegurar nuestra subsistencia. Ellos no tienen necesidad de sembrar ni laborar la tierra. Todas las cosas nacen por sí mismas. Y si objetaran este verso de Eurípides:

«El sol y la noche están al servicio del hombre» preguntaré ¿por qué fueron hechos para nosotros más que para las hormigas y las moscas? ¿La noche no les sirve, como a nosotros, para reposar, la luz del sol para ver claro y trabajar? Si objetaran que somos los reyes de los animales porque los caza­mos y comemos, se podría muy bien afirmar que somos nosotros, por el contrario, los que estamos destinados a ellos, visto que ellos también nos apresan y nos devoran. E, incluso, nosotros, para cazarlos necesitamos de todo un sistema de aparejos, redes, armas, picadores, perros, mientras que los animales salvajes, para vencer a los hom­bres, les basta sólo con las armas que la naturaleza les proporcionó. Pretendéis que Dios nos dio el poder de apresarlos y usarlos según nuestra fanta­sía; pero es mucha casualidad que, antes de que los hombres hubiesen constituido sociedades, in­ventando las artes, fabricando armas y redes, fue­sen éstos casi siempre apresados y comidos.(...)

Celso "Discurso verdadero contra los cristianos" Siglo II DC


Y todo esto fue arrasado tras la caida del imperio....


Vespinoza (se puede descargar aquí El discurso verdadero contra los cristianos. Celso, Federación Atea) agradeciendo a Petrus " pater de Julia" por la recomendación del libro


4 comentarios:

exseminarista ye-ye dijo...

Jodíos bárbaros (y jodío Imperio que se permitió decaer y cristianizar).

elcriticòn dijo...

Me gustaría poner un breve extracto de éste ariculo en mi blog, y te pido tu cortès autorización, esperando que el texto original de Celsos NO ESTÉ CUBIERTO POR COPYRIGHT, ehehehehe!
Gracias y enhorabuona por tu blog, que sigo con atención.

vespinoza dijo...

ponga ponga el texto (obviamente) ya no tiene copiryright. En este tipo de escritos viejunos por lo único que nos pueden demandar es por la traducción.

eulez dijo...

Si señor, y después llegaron los mil y pico años de oscuridad que nos brindó la Santa Iglesia Católica Romana Germánica Loquesea.

Eso sí, hicieron catedrales. Es como lo de Franco, que hizo embalses (aunque según dicen algunos expertos, muy mal diseñados y ubicados)