Tercera y última parte de la filípica de Dionígenes contra los Salónidas.
El salón del cómic terminó hace más de una semana, lo que significa que, a lo tonto he tardado más en redactar esta crónica que lo que duró el jodido acto; un mal muy extendido entre la mayoría de los varones, por otra parte.
Por ello intentaré ser breve y me limitaré a contar dos anécdotas que inicialmente, fueron las que impulsaron al inconsciente de Locke a que perpetrara esta crónica.
El último día del salón me encontraba ya bastante baqueteado, y trataba de evitar encontronazos desagradables, como pasar por el puesto de radio donde cantaba Las “Charm” y posteriormente una tal “Mimi”* o esquivar la muchedumbre que se dedicaba a retratar a los superhéroes de pega contratados por Planeta. Estando así las cosas, pasé por delante de los autores que firmaban en Norma; veo casi sin fijarme a Enki Bilal, Horacio Altuna, Griffo…; de pronto, veo un cartel ante el que me paró en seco; lo leo con atención varias veces: ¡Pierre Christin!** Y está completamente sólo, con cara de “¿qué coño hago aquí?” . ¿Cómo es posible que unos modelos actores vestidos con mallas de colorines atraigan a más público? Si al menos tuvieran la mirada mágnum (o azul acero, n. del Ed.) lo entendería… además, ninguno de los otros autores es una joven promesa, precisamente, y tienen una cola de no menos de una hora, así que la única explicación posible que se me ocurre a este vacío es que el sr. Christin solo es guionista; no puede hacer un dibujito molón con el que presumir; hay que joderse.
La segunda anécdota fue oída en uno de los mentideros del Salón y afecta a esa optimista percepción de normalización del tebeo que, con tanto premio y tanta atención de los medios y políticos de turno, nos ha hecho creer que esto de la historieta es un medio artístico respetable:
Un periodista se encontraba entrevistando a Howard Chaykin, cuando fue interrumpido por uno de la organización del Salón, acompañado por unos periodistas de una cadena de Televisión, que traían dos fotos de los presentadores del telediario, con la intención, ni más ni menos, de que el dibujante les hiciera una caricatura, y gratis, se entiende; el Sr. Chaykin, que además de estar ya talludito para aguantar bobadas, siempre ha tenido fama de llamar las cosas por su nombre, se limitó a contestar, tajante “yo no hago caricaturas”, seguido de un “ pero que se creen estos tipos, de qué van” (o similar); el del Salón, tratando de apaciguarlo le explicó que la cadena de televisión en cuestión era muy importante en España, a lo que Chaykin replicó con un “me la suda”(o similar). A continuación, los periodistas de la cadena amiga se marcharon con el rabo entre las piernas. País.
Y con esto se acabaron cuatro días de escaquearme del trabajo y de las corbatas, de arrastrar los pies entre chiringuitos, esquivar fanzinerosos y demás gente de mal vivir, enflacar la cuenta corriente hasta el límite y pasar por Barcelona sin haber visto un solo lugar emblemático de esos. Ni siquiera el Bagdad. Y lo peor de todo que el año que viene igual repito.
Dionígenes, desde el fondo de su tonel, convenientemente empapelado.
*Para quien no sepa de quien estoy hablando, Dios (el que sea) bendiga su ignorancia, pero si algún imprudente quiere saber más sobre la vida y milagros de estos personajes, que pulse sobre los enlaces; eso sí, bajo su propia responsabilidad: avisados están.
**Igualmente, al enlace me remito. Que cada cual haga lo que quiera, pero al que vaya al enlace de las Charm y no al de Christin, lo corneo y luego le doy con la linterna.
http://es.wikipedia.org/wiki/Charm
http://www.portalmix.com/granhermano/gh8/concursantes/index.php?c=4
http://es.wikipedia.org/wiki/Pierre_Christin
http://www.lacarceldepapel.com/indexblog.php?p=205
http://en.wikipedia.org/wiki/Howard_Chaykin
http://www.bagdad.com/