Un cajón de madera virtual al que se suben tres tipos (por turno riguroso, pero que a veces se echan a empujones por falta de espacio) y una becaria (que intenta subirse, pero no la dejan) para arengar, criticar y sermonear a los incautos que acierten a pasar por aquí sobre todo aquello que les molesta (o no).
4 comentarios:
Hombre, siempre podían haberle matado sólo un poquito, digo yo...
Salud y saludos.
Vamos, que lo remataron! :-)
Que necesidad, podían haber parado de matarlo un poquito antes de la muerte.
Eso es poesía.
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