Los lares y penates son testigos, junto con Dionígenes (que en mis momentos buenos creo que es un lémur), que hace cosa de un año dije lo siguiente:
-Uno esperaría que la gran obra del cómic español la hiciera Rafael Marín, Roca o uno de esos, pero resulta que va y la hace un fanzinero con logorrea.
Y los dioses, siempre a la escucha, así lo decretaron: Santiago Valenzuela gana el Premio Nacional de Cómic por 'Plaza Elíptica'. Y así sube a los altares nuestro Kafka de barrio, el Frank Lloyd Wright de la grandiosa ciudad de Deneim, nuestro Homero del funcionariado de obras públicas, nuestro Baudelaire de tasca de calle secundaria (escribiría "los Chatos del Mal" en verso iámbico, si le dejaran), Demiurgo de demiurgos, por citar algunos de los epítetos que se me ocurren. Para más epítetos ver el artículo de Álvaro Pons en el enlace.
Locke, filósofo beodo (de Beodia, no de lo otro. Bueno, también).
4 comentarios:
El nombre de Santiago Valenzuela ha quedado ligado a la sagrada Deneim como el de Runciman a Constantinopla y los de Grossman y Beevor a Estalingrado.
Pues cuando vi la noticia le iba a dar el dato al amigo Vespi, que fue quién me lo descubrió, pero veo que ya no hace falta, oiga.
Venga, salud y saludos.
Sr. Locke: si tanto le congratula, a ver si tiene a bien terminar de leer la obra en cuestión y podemos hablar sobre la misma con fundamento, leñe.
que ya está, si hasta sale la Urbicanda de Schuiten
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