jueves, noviembre 22, 2007

Enviamos a Doraemon al Infiel

Ayer el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife aprobó una moción en la que "se solicita al presidente francés, Nicolás Sarkozy, su «mediación política» ante «la grave situación que padece Canarias y el problema humanitario de los miles de refugiados y los miles de muertos que se producen año tras año (...) asimismo, Zerolo señaló que «las medidas adoptadas hasta el momento han demostrado su incapacidad para erradicar el fenómeno» (...) Además, el alcalde puso en duda la eficacia de la acción diplomática del Estado. (Noticia en ABC).

MMM&E en su afán de servicio público, y en vista de lo prometedor y efectivo de iniciativas como esta, ha decidido ir un paso más allá y enviar a Doraemon al Turco. La idea es muy simple si Sarkozy, que es únicamente el presidente francés, con plantarse en costas infieles y decir "Quietgtos paraos" es capaz de parar la avalancha de cayucos. Doraemon que es una deidad (azul) visitando la capital del imperio Otomano es capaz de acabar con la inmigración y el terrorismo sarraceno de una sola vez.

Nuestra corresponsal en Turquía Elena Nito nos ha enviado unas fotos del viaje de Doraemon


A la izquierda a su llegada a bordo del Orient Express y a la derecha visitando la mezquita Azul.

Vespinoza apoyando las iniciativas de su ayuntamiento

ÚLTIMA HORA: Acaban de llegar a nuestra redacción unas imágenes que podrían poner en duda la hipótesis del robo en el conocido caso del pollo de la falange.

Fueron tomadas anoche en las inmediaciones del Hotel Ritz en París. Seguiremos informando




2 comentarios:

Pejeverde dijo...

¿Se puede pedir?

En caso afirmativo yo me pido al Suar Se Neger, para que arregle el caos en La Laguna.

Anónimo dijo...

Si hay algo que pedir, desde luego yo no pido que se arregle el caos en La Laguna, ni ná (desde luego, yo no le hago el trabajito a Anni). Es mucho más fácil (y probable), que me toque 100 milloncitos de euros (casi nada) en el euromillón, y entonces me piro a vivir en tierras más civilizadas (es decir, París, que es donde está Nicolás Sarkozy, que debe ser el que más sabe del mundo mundial).