Pues, aparentemente,
para joder a otros blogs.
Revisemos la historia:
Vespinoza, aburrido en su trabajo se da una vuelta por los rankings de blogs canariosde
Alianzo. Una vez vistos, los publica en esta
entrada, y la cosa despierta algo de interés público (7 comentarios, un récord, oiga), especialmente "
el mundo del bebé" (que es el tema de unos cuantos
improperios, que es como llamamos nosotros a los comentarios). A su vez nuestra entrada sirve de idea para el post del blog citado arriba. Con el increible resultado de que el blog de "el mundo del bebé" termina desapareciendo debido a las críticas sobre ética y estética que les llueven (ver los comentarios del
Taller sobre la imagen GIF animada. Especialmente conmovedor es el del supuesto marido de la creadora de e
l mundo del bebé que ve como esos despiadados merodeadores de la red destrozan la obra de su cónyuge (y si no es cierto, e bien trovato), y otras almas cándidas que llaman nazi-facho y otras lindezas al blogero de pro que se ha atrevido a decir que la decoración de la página le da dolor de cabeza (pues Vespinoza opina, además, que
el mundo del bebé induce a la autocastración, toma ya). No importa que el blog pediátrico haya recibido el apoyo unánime de instituciones, individuos y esa institución colectiva de indiviudos que es la Casa Real (o eso dice el que dice ser marido de la autora de
el mundo del bebé). La malvada red global ha juzgado y lo ha encontrado en falta (u hortera, que es peor), con lo que el blog ha desaparecido (no sé si momentámente o para siempre).
¿Qué conclusión sacamos de todo esto?
Que Vespinoza es una mariposa de la teoría del Caos: mueve las alas (los deditos sobre el teclado) y la cadena de circunstancias terminan derribando un blog en otro lado. Admirable. Hay que vigilar a quién se enlaza en la red. Puedes terminar matándolo.
Y la verdad, no he llegado a ver el blog del bebé. Pero si el GIF es una indicación de lo que había, entonces tengo que decir: ¡Enhorabuena, Vespinoza! Saneando internet sin ni siquiera proponértelo. ¡Así se hace!
Locke, alborozado al ver a otros cometer el mal.