martes, octubre 02, 2007

Superciencia en El Mundo

Leí primero esta noticia en la edición impresa de El Mundo, justo cuando celebraban el décimo aniversario de su sección de Ciencia la semana pasada. Para empezar, vayamos con, como dirían los antiespañoles de la revista que secuestran los miércoles, el Supertitular:

La acupuntura, lo mejor para la lumbalgia

Continuando con una explicación sobre un ensayo con sesiones de acupuntura y diciendo "Es más, la terapia oriental resulta superior a los tratamientos convencionales". Sin embargo, antes de que los vendedores de agujas y los exploradores de meridianos corporales y chakras salten de alegría, reivindicados en sus milenarias creencias, hay algo curioso en el artículo: esta otra afirmación bajo el encabezado:

· La 'falsa acupuntura' (agujas colocadas superficialmente) también resultó eficaz

Llegados a este punto, me doy cuenta de una cosita: no hay una sola referencia, al menos en el artículo web, excepto al "último número de la revista "Archives of internal Medicine". ni equipo ni universidad ni nada de nada. Rastreando un poco en la memoria y recordando una conversación con Vespinoza sobre un ensayo clínico alemán, creo que uno de los orígenes de esta noticia (o el ensayo precursor) es el trabajo de Hans Cristoph Diener al que se hace referencia aquí, y que se ha comentado en The Lancet.

Que conste que no estoy capacitado en ninguna manera para evaluar el trabajo, ni extraer conclusiones justificadas. Sin embargo, cuando el artículo web afirma que según los autores :

"...también les ha sorprendido que, además de la clásica acupuntura (en la que se insertan y manipulan las agujas en unos puntos concretos, dirigidos a estimular el flujo de la energía vital o qi), el grupo de pacientes que recibía una 'falsa' acupuntura (las agujas se colocan superficialmente en cualquier punto de la espalda) también obtuvo buenos resultados".

Pues entonces lo que parece claro es que por ahora, la gracia de todo está en que la acupuntura cuando funciona es indistinguible de un efecto placebo.
Vespinoza se preguntaba si era ético, entonces, subvencionar en la seguridad social los placebos. supongo que sí, pero afortunadamente no haría falta contratar a un experto en disciplinas orientales, ya que:

"Para los autores, la eficacia de la terapia placebo "nos obliga a cuestionarnos el mecanismo de acción que hay detrás de la acupuntura y a preguntarnos si el énfasis puesto en aprender los puntos de la acupuntura china tradicional puede resultar superfluo"

Es decir, cualquier personal sanitario capacitado podría poner las agujas al buen tuntún al paciente y conseguir una mejoría en el paciente. Los enfermeros mismos. O ya puestos, los pacientes los unos a los otros.

Locke

3 comentarios:

Pejeverde dijo...

Atención, si el enfermero es chino los resultados mejoran, si habla en cantonés más todavía, y si el chiringuito del acupuntor es ilegal y te regalan un bote de polvos, con perdón, de meléndez se convierte en un negocio que no veas.

Mapoto dijo...

Oiga, oiga, oiga, que la acupuntura cura y de verdad...

A ver, ¿cómo si no se pagarían los acupuntores las consultas con médicos privados (teniendo en cuenta el estado actual del SCS)?

Es que... siempre mirando las cosas por donde no es.

vespinoza dijo...

Si los encargados de clavar las agujitas son los celadores de los hospitales debidamente disfrazados de Fu Manchú, nos ahorraríamos dinero en médicos de verdad que podrían dedicarse a los enfermos de verdad (valga la redundancia).

y además le chafaríamos el negocio a los cuentistas de la acupuntura