miércoles, noviembre 21, 2007

Apostasía, defección y quedarse con las ganas

Después de leer y releer el documento aquí reflejado, he decidido compartirlo con ustedes por si todavía existe algún iluso que quiera apostatar. (En realidad el documento está fechado en 2.006 pero aún así..)

Se trata de un documento sobre el "Actus Formalis Defectionis ab Ecclesia Catholica", osea sobre el hecho de querer desaborrarse de la Iglesia Católica.

El punto 1 es bastante claro:

1. El abandono de la Iglesia católica, para que pueda ser configurado válidamente como un verdadero actus formalis defectionis ab Ecclesia, debe concretarse en:

a) la decisión interna de salir de la Iglesia católica;
b) la actuación y manifestación externa de esta decisión;
c) la recepción por parte de la autoridad eclesiástica competente de esa decisión.

Hasta aquí todo perfectamente factible. Todo depende de las veces que tengas que ir a ver al secretario del notario episcopal, que se encarga de recibir el papelote y hacerlo llegar al registro del obispado. Ni enviando a una rubia lo consigues a la primera, pero al final parece que cuela.

En los puntos 2, 3, 4 y 5, se explica que para que sea un verdadero acto de defección, deben darse todas las condiciones conjuntamente ya que cada una de las condiciones por sí solas no tienen valor formal, que debe hacerse por escrito, bla, bla, bla...

En el punto 6, se explica que una vez aceptado el "Actus Formalis Defectionis..." la autoridad eclesiástica competente se hará cargo de que en el libro de bautizados se haga la anotación explícita de que ha tenido lugar la "Defectio ab Ecclesia catholica actu formali".

Pero lo sorprendete llega en el último punto donde dice lo siguiente:

7. Queda claro, en cualquier caso, que el vínculo sacramental de pertenencia al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, dado por el carácter bautismal, es una unión ontológica permanente y no se pierde con motivo de ningún acto o hecho de defección.

Yo ya sabía que la burocracia es un verdadero coñazo, pero que por lo menos servía para algo... en este caso todo el tiempo que has perdido en "dir y dejar dir" no te ha servido de nada, incluso aunque tu "Actus Formalis Defectionis..." haya sobrevivido a algún terrible incendio en el obispado.

Y homenajenado a un maestro de mi infancia que como tarea final a una redacción, dictado o clase de historia nos mandaba "ilustrarlo con un dibujito", cosa que yo odiaba porque mi vena artística se me debió quedar en el cordón umbilical, procedo a ilustrar esta parrafada con una foto de "Susan" que es mi chico favorito, después de Sam Anders, por supuesto.

Aquí a punto de desplegar su súper-capa para salir volando.

Deprofundis, la quasi-apóstata

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y para formalizar el acto de defecatio ab ecclessiam qué es lo que hay que hacer? ¿Hay que llevar papel?

Deprofundis dijo...

Depende de cada obispado... y de quien te atienda. Yo al principio fui con un modelo bajado de internet y cuando por fin accedieron a recibirlo, me dijeron que ese no servía y me hicieron rellenar un modelo que ellos tenían.

vespinoza dijo...

lo de "unión ontológica permanente y no se pierde con motivo de ningún acto o hecho de defección" lo he visto yo en los contratos de Telefónica

Anónimo dijo...

"¿Y para formalizar el acto de defecatio ab ecclessiam qué es lo que hay que hacer? ¿Hay que llevar papel?"

Yo a veces llevo kleenex por si acaso.
;)

Anónimo dijo...

Y hablando de ese asunto:

http://www.rojoynegro.info/2004/spip.php?article19904

Erebus dijo...

Así es, queridos. Cuando quieres borrarte de una compañia (nuestra querida y amadísima IC no es una excepción) te hacen pasar las de Caín, nunca mejor dicho. Para apostatar, hay que ponerse en manos de la Agencia Española de Protección de Datos, porque hacerlo "a pelo" es un suicidio. Es tirar tu tiempo a la pila (bautismal) de manera miserable porque no te harán caso o, a lo mucho desestimarán tu propuesta o no te mandarán nada en tres meses. He llegado a ver casos en los que a los apóstatas ¡Hasta se les quería llevar a una especie de tribunal eclesiástico!
Por supuesto, según la Santa (++++) Madre Iglesia Católica, no se pone ninguna traba al ejercicio de un derecho (el de oposición de datos) que recoge la constitución, pero como de costumbre, teoría y práctica no se corresponden, te pondrán absolutamente todas las trabas legales que encuentren para que no te salgas del redil. En total, el proceso de apostasía estándar suele durar alrededor de un año. No quiero desanimar a los que tengan pensado hacerlo, pero estos... no, no voy a decirlo, se agarrarán con uñas dientes y crucifijos al más mínimo resquicio legal para que no te vayas. Y otra cosa, según la ley (esa quimera), cuando opones tus datos, no significa que el librito te pongan una marca, sino que deberían borrar tu nombre y no dejar ni las marcas de la goma de recuerdo. Y ¿qué pasa? ¿Por qué tanto interés en no dejar salir a nadie? En cierto modo por la pasta. Cuando haces tu declaración de la renta, marcas si quieres la casillita del impuesto religioso, pero, independientemente de eso, la Iglesia recibe dinero también por el número de fieles, entre los que te encuentras tú, por mucho que hayas renegado una y otra vez de su Santa Fé.
Así que, si queréis enteraros un poco más, yo os recomiendo que os paseis por el foro apostasía, donde os dan todo lo que hace falta y más para que puedas salir del rebaño de una maldita vez.

Anónimo dijo...

Que suerte que la apostasía del Cristianismo Católico no esté penada con la muerte como sí sucede en el Islam.

Anónimo dijo...

Me pregunto ¿es necesario la defección pública de la fe? si no me interesa vivir una determinada fe o pertenecer a un determinado grupo, simplemente no lo hago... todo lo que han escrito más bien parece que es hacerle el juego a satanás... o tampoco en él tienen fe los que se expresan tan mal de la Iglesia... pobrecitos, saber qué tienen en su cabeza y en su corazón

rmdro dijo...

Claro Anónimo, para usted es muy fácil decirlo. Simplemente si no tiene fe, que importa lo que diga un papel. El problema es estar atado a una institución, donde el problema no es tanto que uno haya sido incluido allí sin consentimiento, sino las trabas ideológicas y sociales para que uno ejerce su derecho a NO SER MIEMBRO de una religión con un montón de creencias y postulados absurdos. Es un derecho humano el dejar de pertenecer oficialmente a una institución religiosa o de otro tipo. Y lo de hacerle juego a Satanás, no sea tan imbecil, es como la gente que decía que si uno fomentaba el ateísmo le hacía el juego a los comunistas. Usted con su opinión solo refleja su tremenda arrogancia, igual que la de su Iglesia.

Anónimo dijo...

desesperado.Por mi edad biologica
destrozada por la enfermedad no
voy a intentar la apostasia.He tomado las medidas necesarias para no tener ceremonia religiosa alguna.Esto tambien cuenta para las estadisticas y una vez muerto
que digan que pertenezco ontologicamente a lo que sea.