Un cajón de madera virtual al que se suben tres tipos (por turno riguroso, pero que a veces se echan a empujones por falta de espacio) y una becaria (que intenta subirse, pero no la dejan) para arengar, criticar y sermonear a los incautos que acierten a pasar por aquí sobre todo aquello que les molesta (o no).
jueves, noviembre 16, 2006
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3 comentarios:
Yo coincido contigo en que no le encuentro al whisky la sabrosura por ninguna parte: es un raspagaznates amargo y vomitivo, no entiendo que haya gente que se lo tome solo o con agua.
Eso sí, como digestivo o antiácido es de lo mejor que hay. Tienes un cólico intolerable, te mandas un buen tragazo y es como si lo neutralizara a lo bestia. Más efectivo que un Almax o una manzanilla o una saldefruta.
También tengo arrebatos cuando una publicidad me indigna. Hace unos días me llegó una carta de Wintertur con quien tengo el seguro del coche desde tiempo inmemorial y sin accidentes, y no se les ocurre otra cosa que adjuntarme un calendario del Barcelona de Baloncesto, y que ellos lo patrocinan.
¡Pero idiotas! ¡Y si soy del Real Madrid! Tuve ganas de comparecer y decirles que cancelaba la póliza porque me había cabreado sobremanera el almanaque del equipo rival, y que si con mi dinero patrocinaban a "esos". Luego renuncié a montar la tangana porque lo que menos quiero es perder el tiempo en complicaciones y en defender mi dignidad.
Que hagan de mí lo que quieran. Que se burlen. Yo me dejo. Que no me molesten con papeleos.
Mierda, ese comentario no es el que yo había escrito para este Post, Sr. Vespinoza.
Pero se coló, y ahí lo dejo, porque también da a entender que estoy loco de remate, porque usted no habló de whisky ni de publicidad.
Lo que le explicaba es que yo no sé si los inmigrantes traen título o no, lo que veo que no traen es barba. Llegan después de siete días de travesía barbilampiños como culines de bebé, y alguien pensará que se traen escondida en la manga del chándal Nike una Match 3 turbo, pero con los bandazos del cayuco sería imposible mantener el pulso.
Deberíamos permitir que se queden para estudiar cómo consiguen esa depilación duradera que nosotros no podemos agenciar. Nuestras mujeres van peludas sin necesidad. Creo.
A mí me hacía más gracia el comentario sin justificación a posteriori, hombre, era uno ejemplar de non sequitur aberrante de los que ya no pesco. Por lo menos 90 cm de largo, juraito.
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