Qué quiero ser de mayor (o el futuro ya casi está aquí)

Foto: que si quieres arroz, Catalina
Pues de mayor quiero ser anciano japonés sólo por poder disfrutar de las ventajas de este traje mecánico: levantar pesos sin esfuerzo, salir a la calle a repartir servocollejas entre adolescentes maleantes, malencarados y malvestidos, saltarme las colas del súper de un salto, bailar el chiki-chiki sin esfuerzo ("cuatro, el robocop") y poder pelearme con otros ancianos igualmente aumentados, como brutos mecánicos seniles, causando grandes destrozos urbanos y un amplio recuento de víctimas inocentes (y si son jóvenes, mejor, seguro que algo habrían hecho para merecérselo). Si hasta el nombre del aparatejo es insinuante: HAL (Hybrid Asistive Limb, sí, pero lo que molan son las siglas); y nos retrotrae a futuros imaginados de máquinas pensantes que despachan humanos incordio sin pensárselo demasiado. A la derecha, el inventor del traje, Yoshiyuki Sankai haciendo una demostración pública del engendro mecánico. La única pega es que el blindaje es un poco deficiente para las exigencias del ciudadano "senior" urbanita y actual, pero todo se andará.


Y además, echadle un vistazo a este prodigio de la ingeniería robótica capaz de resistir patadas desequilibradoras, resbalones en el hielo y cuestas de enero:



¡Si hasta podremos tener mascota cibernética equipada con artillería pesada!