Kortinglés Artelnatibo

Dos simpáticos emprendedores alternativos y perriflaúticos han decidido competir contra una de las cadenas comerciales más importantes de la nación montando un chiringuito alternativo justo al lado de uno de sus establecimientos. Puede que la selección de productos no sea muy grande, que la calidad de los mismos sea afín a la del contenedor de basura de donde fueron rescatados y que si hay alguien interesado en comprarles algo a esta gente probablemente sea para dedicarse a la guerra bacteriológica, pero la intención es la que cuenta.

(Foto izqda: Cliente y vendedor enzarzados en eterna danza comercial de casos omisos: "Jefe, tiene el último libro de Carlos Ruiz Zafón". "Déhame agonizar en passss" ).

Sin embargo, es precisamente la intención lo que motiva este post. Como bien puede apreciarse en la segunda foto, el proceso de mímesis no sólo se queda en lo superficial y en lo aparente, sino que va mucho más allá hasta ser una identificación total con los modos de la empresa a la que copian: uno de los empresarios alternativos imita a la perfección el lenguaje corporal de los simpáticos muchachos encorbatados y engominados que atienden en el local cercano. Si en el caso de los empleados de la gran empresa su diligencia suele ser producto de cursillos avanzados de formación (con consignas de gran arraigo social como "No mires a los ojos de los clientes no sea que quieran pedirte algo", "Forma corros alrededor de las cajas registradoras para hablar de lo que hiciste anoche con otros colegas encorbatados y engominados" y la muy efectiva frase "Voy a ver a fulanito/a en [departamento al azar]", dicha en voz alta para escurrir el bulto); este caso es admirable porque suponemos que la persona en cuestión (sobre el murete que hace las veces de expositor) no ha sido tan afortunada para asistir a esos cursillos y que la pose, la prestancia y la intención le salen de manera natural y que en realidad podría darles clases de atención al cliente a los empleados de una gran empresa sita a menos de cien metros.

Y no, no sé si alguna vez han conseguido vender algo de ese material de salvamento, pero cada cierto tiempo cambian el stock, con lo que siguen estando a la altura de otras empresas de éxito.

Locke