Malleus Maleficarum: El Caso Ibañez

Decía mi abuelo que el oficio de censor durante el franquismo era duro: todo el día viendo pelis y gritándole al de la cabina: ¡Pásala otra vez, pásala otra vez!. Pero a diferencia de otros oficios que han caído en el olvido, (como el de aguador), la moral de censor (ese tipo de persona que están siempre en busca de nuevas experiencias ante las que escandalizarse) sigue más viva que nunca en Haztelover, digo, Hazteoir, foro de defensores de la familia, la cristiandad, los valores de occidente y las almendras garrapiñadas crispánicas, cuyos comentarios no tienen desperdicio (o lo son al completo, no estoy seguro)

Esta vez le toca el turno a Ibañez, al atentar contra el estamento religioso, la intachable moral de los sacerdotes católicos y la infabilidad del papa (una vez más, en realidad). Pues me alegro, oiga. El pobre Ibañez ya se tragó en su momento suficientes años de franquismo, censura, control e imposiciones como para tener que morderse la lengua ante determinadas cosas en una sociedad supuestamente moderna. Además se trata de sátira social, y no es la primera vez que el insigne maestro se mete con la iglesia (ver "El Nuevo Cate").

¿Que supuestamente es para niños? Pues no se lo compres a los tuyos. Hala. Más para los demás y luego se los leerán a escondidas en el patio del colegio.

Gracias a Abraham El Largo (En órbita de Carpenter B.) y a la Cárcel de Papel por el dato, pero ya vi que el ínclito Vespinoza (nuestro intrépido reportero) ya estaba presente en los comentarios de dicha página.

Locke, esperando a que ahora la polémica recaiga sobre el Carpanta y las Hermanas Gilda. Vaya nación de idiotas que es Cripania.