Una muerte que no me disminuye

Puede que en el fondo esté de acuerdo con el poeta Donne: "[...] la muerte de cualquier hombre me disminuye"* , pero no lo creo en la muerte de ESTE hombre. En este caso lo que me disminuye es la muerte en sí, el que ya no habrá un proceso judicial contra una persona (justicia, que no ser ajusticiado, mi concepto de la justicia difiere del suyo, supongo), y la esperanza que queda es que si bien el hombre ya no puede ser juzgado, sus acciones sí. Y espero que sean juzgadas en como lo que son: la historia de una atrocidad, pese a la aparición de jóvenes camadas que echan de menos los huesos que roían otros perros hace quince años.

A veces ni las atrocidades evidentes son ya hechos fijos. Basta con ver a los negacionistas (revisionistas, que se hacen llamar ellos) y a los revisionistas patrios que convierten una guerra civil en autodefensa justificada, una dictadura en una necesidad y la represión en amor paterno.

Vuelvo a insistir: si bien ya no se puede hacer justicia con el ejecutor, al menos sí se pueden juzgar las acciones. Y que la memoria de esas cosas no sea alterada para enaltecimiento y pompa de verdugos.


Locke


* "[...] any man's death diminishes me, because I am involved in mankind. "

PD: Quizás no haya justicia, pero sí ironía. El verdugo ha muerto el día de los derechos humanos.