miércoles, junio 07, 2006

Paleontología Germánica y Criptozoología Crispánica


Acaban de descubrir los restos de un dinosaurio enano vegetariano en Alemania, y sin embargo, sospecho que el último ejemplar de la especie murió, en realidad, en el 45; o por lo menos el cabo Adolfo respondía bastante bien a esa descripción en sus tres puntos.
Sin embargo, el honor de Crispania exige descubrimientos similares para mantenernos a la altura, la de especies supuestamente extintas y que un buen día resulta que están entre nosotros. Pues manos a la obra. Para empezar propongo que se investigen los restos del Cephalopoda Galaicae Gigantus y descubrirán una especie que debe datar del precámbrico superior derecha más o menos (por mencionar una especie con dos ejemplares reconocidos). Y por no hablar de otros ejemplares de molusco menos desarrollados que pululan (que diría Vespinoza) por los antiguos mares de la política crispañola, alimentándose de fitoplancton que filtran con sus barbas. E incluso afirmaría, viendo la forma en que otras especies se arrastran por el fondo, que los trilobites tampoco han desaparecido en Crispania, sino que además medran. La diversidad biológica de Crispania ya ha sido comentada en otras entradas, pero reflexionando sobre ello, me he dado cuenta de que en realidad la nación entera es una especie de yacimiento de Burgess Shale de interés para toda la humanidad.
Los criptozoólogos deberían dejar de intentar al abominable hombre de las nieves y acudir en masa a Crispania para estudiar a algunos especímenes relevantes. Basta con mirar la tele un rato para darse cuenta de que esos entes no son humanos, sino ingeniosas adaptaciones miméticas. (Bueno, algunas no tan ingeniosas).

Y además, así revitalizaríamos el turismo y llenaríamos los pantanos.

Locke