viernes, enero 25, 2008

Una breve de viernes

A estas horas el hambre pasa factura y, teniendo la nevera vacía, cuántas veces me ha resuelto un sandwich de la gasolinera, con tal de no ir a comprar algo al súper para luego tener que cocinarlo.
La verdad es que dichos sandwiches son de lo peor, pero por lo menos tienen sustancia.

Acabo de descubrir otro blog de un español en Japón y está bastante entretenido.

Entre otras cosas, habla de los timos en la venta de alimentos, que son bastante frecuentes, y entre ellos destaco el del sandwich porque a mí, me ha matado.




Yo me quedo con el de la gasolinera, que además está cerquita de casa y ya me han fiado alguna vez.

Deprofundis, hambreando.

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