viernes, enero 18, 2008

Duda teológica II. El retorno

El otro día en un post se me ocurrió realizar la siguiente pregunta "¿Cuando te mueres y has sido bueno asciendes directamente al cielo? y entonces ¿Quien demonios resucita el día del juicio final?". Pues bien estos días he tenido la paciencia de preguntárselo a familiares y compañeros de oficina creyentes, y ninguno lo sabía. Es curioso gente que vive siguiendo una serie de preceptos con la idea de ser recompensados en la otra vida nunca se han planteado cuando les será entregada la citada "recompensa". Es como si estás ahorrando para un piso y no sabes si compras "piso sobre plano, a entregar al final de la obra" o "a entregar con el primer pago". Curiosamente los únicos que han contestado algo sobre el tema son dos ateazos como Exseminarista ye-ye que ha dicho:

"Más o menos es así, aunque todo depende de la secta a la que estés suscrito, si crees en la resurrección de la carne tal cual o no, etc, etc, etc. Podría explicarte todo de una forma "coherente" (dentro de lo que cabe al hablar de una religión), pero en estos momentos me apetece un pijo ponerme a escribir, así que te quedas con las ganas :-p"

Y el amigo Locke

Bueno, eso es lo que pasa cuando tienes que encajar una tradición ultraterrena de tipo helénico (hades y elíseo, a los que se va más o menos después de morir) con la idea judía primitiva de que no hay nada (bueno, quizás el sheol) hasta que Dios no resucite a todo quisque físicamente (hay un bonito pasaje en el A.T. donde los huesos se arrastran para salir de sus tumbas)


Así que me he puesto a "pulular" por los interneses buscando alguna repuesta, he encontrado que la discusión empieza entre Fariseos y Seduceos, los Seduceos más influidos por la cultura extranjera (helénica y romana hasta el punto de que llegaron a colaborar con las autoridades romanas) creían en lo que hemos llamado "a entregar con el primer pago" mientras que los fariseos creían en "piso sobre plano". Pero el tema es mucho más complejo y cuando uno se pone a leer sobre sectas judías lo que consigues es un magnífico dolor de cabeza.

Les pongo a continuación toda clase de links sobre el tema por si les apetece romperse la cabeza un rato.

link

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Como veo que a este post le faltan fotos les ofrezco unas imágenes de influencia helénica con el último machanguito que he pintado:


Vespinoza con dolor de cabeza

PD Puede darse el caso de que lo que he creído entender sobre Seduceos y Fariseos no tenga nada que ver con la realidad histórica, pero es lo que hay...

6 comentarios:

Jose Frechín dijo...

El negocio de la iglesia está en la rentabilización del miedo a la muerte, y de todos los miedos en general.

En el libro "El viaje a la felicidad", Eduard Punset describía una teoría interesante acerca de la otra vida. Esto es lo que recuerdo: Hasta hace relativamente poco la esperanza de vida era, estadísticamente, de 30 años.

Actualmente en el primer mundo, esta cifra, se ha triplicado, por lo que no hace falta esperar a la otra vida. La otra vida la tenemos ahora.

A lo de la muerte, yo personalmente, le doy carpetazo con un "somos bichitos venidos a más", y cuando se acaba, se acaba.

Jose Frechín dijo...

Por cierto, Punset tiene un blog bastante recomendable.

http://www.eduardpunset.es/blog/

Locke dijo...

El amigo Locke es un agnosticazo. En la práctica milito en la misma liga que el exseminarista, sí.

Anónimo dijo...

En realidad, la cosa es simple. Administrativamente, la carga de la prueba no se puede dejar en manos del administrado, por lo que, en principio, te ponen un piso de alquiler en el cielo, y posteriormente, cuando se termina la instrucción del expediente sancionador, se te da la opción de compra si y solo si durante la instrucción se demuestra que el administrado, ya sea de oficio o mediante pruebas presentadas en plazo por él mismo, ha sido objeto de un acto nulo de pleno derecho.

Ahora bien, en ocasiones, y como consecuencia de actos rutinarios de inspección o bien por denuncias por parte de autoridades competentes en la materia (los curillas), pueden darse lugar a hechos que el instructor jefe del cielo, o el titular del departamento de ahí arriba, considere que son convenientes de aplicar medidas cautelares (que es cuando vas al purgatorio -faltas graves-, o al infierno -faltas muy graves-. Esta parte se ha modificado con la nueva redacción de la ley administrativa celestial, porque se dieron cuenta que no daban avío a mandar a gente al purgatorio con las faltas leves).

Carmeliño desentrañando los misterios del alma.

Anónimo dijo...

La propia resurrección de la carne tiene sus problemas de difícil encaje: ¿Resucitas con Alzheimer y la próstata como un melón? ¿O en tu mejor época, con digamos 25 años? ¿Puedes elegir o Dios ya sabe qué te sienta mejor?
Por si alguien no lo ha leido, prueben "A vuestros cuerpos dispersos", primera parte de la tetralogía El Mundo del Río de Philip J. Farmer (lo publicó creo que edhasa hace un porrón de años), con una resurección muy apetecible como idea central.

vespinoza dijo...

Don Carmelo es usted más revelador que un manuscrito del mar muerto.