martes, septiembre 19, 2006

Estar cuerdo debe ser el infierno


O esa es la conclusión a la que uno llega tras leer a Kurt Vonnegut, un autor cuyas experiencias le marcaron profundamente y que las ha incluido de modo recurrente en sus escritos.

Y a sus añitos, el hombre tiene un nuevo libro en las librerías, Un Hombre Sin Patria, en el que arremete contra todo lo que ocurre en el mundo con una pasión digna de un hombre sesenta años más joven. Lo último que me leí de este autodefinido humanista fue el Desayuno de los Campeones, otra lectura demoledora. Para la lectura de Un Hombre sin Patria estoy utilizando tácticas de terrorismo cultural clandestino: no me lo he comprado, y como es un libro de máximas, pensamientos y ensayos, cuando llego a una librería hago cómo que lo ojeo y me leo un par de páginas. El otro autor que me he leído con este sistema fue Cioran. Casi me hechan de una librería por las carcajadas que me sobrevenían con sus terribles aforismos.
A este ritmo acabaré el libro de Vonnegut en una par de semanas, más o menos.

Lectura imprescindible para todo rojo, masón y presuntamente ser humano.

Locke

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te consiento el comentario sobre Cioran porque yo también me he reído con él... :-)

Para completar la tríada de la podredumbre sólo falta Bukowski...

Anónimo dijo...

Y ya que lees tanto, "hechan" es sin H, a no ser que te "hagan" ;)

Locke Demóstoles Vespinoza DeProfundis dijo...

Vicio de escritura. Ya me gustaría que el español careciera de algunos homófonos, ya, pero qué se le va a hacer...