Pues en vez del pobre Gila (con todos mis respetos, eh, uno de los pocos cómicos del absurdo españoles y uno de los mejores en general) diciendo: "me parece que alguien ha cometido un crimen" y "aquí alguien es un asesino" para cazar a Jack el Destripador mediante puro aburrimiento y acoso cansino, los obispos empiezan a decir que les parece que "hay fuerzas empeñadas en desfigurar el matrimonio". A continuación dirán que "alguien aquí es un rojillo" o: "alguien aquí está confabuladito con Satán". (poner voz del Flanders, el de los Simpsom)
Para ser unos tíos que no pueden casarse, bien que dan la vara con quién se casa con quién y cómo. Pero claro, como apunta Demóstoles, puede que sea porque el negocio no va bien con tanta competencia desleal y tanto intrusismo en el sector. Es que ho hay derecho a que los estados laicos les quiten el sustento a unos pobres sacerdotes. ¡Huelga de hostias caidas ya!
Locke
1 comentario:
¿Hostias caídas? pues si les deberían caer unas cuantas, si.
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