Si hay un país cuya que hace sombra a Crispania en cuanto a la arrogancia de su clase política, ese es la Península Botálica (debe ser algo propio de las naciones rodeadas de mar por todos lados excepto por una débil conexión con Eurasia). Pues bueno, teniendo en cuanta los últimos informes de los medios de comunicación sobre el Caballero Crecepelo en la etapa final de la campaña electoral, tengo que, si fuera ciudadano de la Península Botálica, preferiría ser gilipollas a reelegir a tal jefe de estado.
Aplicando el mismo contexto a Crispania, descubro, de hecho y sin equivocación, que sí, que soy gilipollas... No me gusta que me chillen, así que se ve que soy un ogro comeniños. Pues vale.
Locke
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