Es sorprendente como avanza la tecnología. Me siento delante del ordenador y puedo charlar de forma instantanea con todos mis amigos gracias al mésenyer. A principios de los noventa, si quería hablar con ellos tenía que desplazarme hasta el "Pan de lata", un bar que tenía las cervezas a 75 pesetas de las de entonces. Pero ahora puedo chatear por internet sin moverme de casa ¡Incluso con voz! Si el sófgüer sigue avanzando a este ritmo, pronto podremos chatear en escenarios renderizados que imiten los pubs mas cool de la aldea global. Podremos ponernos gafas de realidad virtual con guantes de retroalimentación táctil y sujetar una jarra virtual de cerveza mientras chateamos con nuestros amigos. Lo único que me queda averiguar es ¿para qué? ¿Que necesidad tendremos de gastarnos un pastón en equipamiento de última generación para hacer lo mismo de siempre?
Habrá quien diga que el chat del futuro tendrá grandes ventajas. Será un lugar de reunión para gente de todo el planeta. Y no es que suene mal, pero no me lo trago. El Crispañol del futuro será incapaz de dominar ninguno de los idiomas claves para superar las barreras culturales: Chino, Inglés, Español, Francés y Arabe. Los futuros crispañolitos de a pie estarán tan ocupados aprendiendo Bable, historia Canaria, Euskera auténtico, Orgullo pátrio Crispañol y formación del espíritu bereber que no tendrá opción de aprender ninguno de los idiomas clave. Así pues podremos sentarnos todos juntos en el chat del futuro, chinos, Yankis, junkies, guanchinerfes y subsaharianos pero seguiremos sin poder hablar. Nos sentiremos orgullosos de haber sido capaces de preservar nuestra identidad frente a la contaminación cultural globalizadora. Comeremos de Pizza Hut sentados en nuestros muebles de IKEA mientras vemos FOX TV, pero nos sentiremos todos diferentes porque seguiremos sin entendernos. Por supuesto llegará google al rescate con sus traductores automáticos. ¿Se imaginan? Después de anécdotas como Fly in Leather = Vuele en cueros o Important vice-president = Hormiga importada, vicepresidente de vicio; el automatismo traductor no me inspira mucha confianza. Casi prefiero que me traduzca Locke, que es menos amigable al usuario pero domina el inglés y sabe un poco de Español.
Así que yo prefiero irme a la cervecería de siempre, donde tienen la cerveza que me gusta y puedo hablar con gente que lee libros.
3 comentarios:
Por desgracia mi actual afición desmedida por las oposiciones me está impidiendo mantener esas magníficas discuciones bizantinas en la mesa de un bar mientras observo a mis amigotes/as cada vez más borrachos. Y aunque parezca mentira lo hecho de menos.
En realidad soy una nueva categoría de aplicación distribuida sobre redes con una nueva filosofía de interfaz: user-hostile. ¡Que vivan los cylons! ¡Muerte al usuario!
Pues que quieres que te diga, yo si le veo ventajas, poderte coger un pedo sin tener que hacer cola en los sitios, ni pasarlas p.. para aparcar, ni tener que arriesgar la vida, el carnet y la cuenta corriente en la vuelta o poder visitar el bar que te apetezca esté en la ciudad del mundo en la que esté, pues me apetece probar, todo depende de las sensaciones que sena capaces de producir.
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