Antisistema

Me aprieta el sistema, me tira de la sisa, me oprime. El sistema limita mi libertad por los cuatro costados y me impide alcanzar mis anhelos, realizar mis sueños. Los engranajes del sistema trituran mis aspiraciones y no me dejan realizarme como persona.

Verá vd., yo siempre quise ser emperador. Un emperador al estilo romano que da cenas con vomitorium y toca la lira mientras arde su ciudad. No crean que es una de esas aspiraciones vanas que todos tenemos pero nunca intentamos alcanzar, yo me he planteado seriamente acudir a clases de lira y solfeo, porque soy un hombre hecho a si mismo que lucha por alcanzar sus metas. Pero todo es inútil, mi vida es un sinvivir porque el malvado sistema solo me pone pegas.

Para empezar tenemos una constitución que no deja a sus ciudadanos alcanzar el grado de emperador. ¿Como puede llamarse democrática una constitución que prohibe a los ciudadanos ser más que rey? Si quisiera una constitución castrante, de esas que empujan a la mediocridad mal llamada igualitaria me habría ido a Cuba. Pero el hecho es mucho más grave. Solo una persona puede ser rey y accede al cargo por derecho de nacimiento. ¿Acaso no hemos nacido todos? ¿Es que D. Juan Carlos ha nacido más veces que yo? Cierto es que nació antes, pero Carrillo nació antes que él (y que nadie) y no es rey.

Pero no crea vd., anonadado lector, que todo se limita a la constitución, esta conspiración llega a todas partes, leyes orgánicas, reales decretos... ¡Hasta las ordenanzas municipales que me prohiben quemar la ciudad! ¡Como si no la hubiera pagado con mis impuestos! Yo, que podría haber sido emperador y tocar la lira a la lumbre del gran incendio de La Laguna no puedo ni silbar la marsellesa mientras quemo papeleras sin que me metan en chirona. Y todo porque me tienen envidia. No hay más que ver lo que el sistema ha hecho con nuestra juventud. Después de crecer sin aspiraciones, en este sistema alienante y opresor que no les deja perseguir sus sueños, han tenido que refugiarse en el botellón.

Pero no crean que esto va a acabar así, pago mis impuestos y exijo mis derechos. Y el público tiene derecho a saber, porque estos no saben quien soy yo, que la ignorancia es muy atrevida. Que no me supliquen luego, cuando empiecen el llanto y el crugir de dientes, aquellos que solo se acuerdan de Santa Rita cuando truena. Esto no va a quedar así. ¡Todos contra la globalización!. Y que no me digan que el futbol es así, porque el campo está embarrado para todos y al que madruga Diós le ayuda. Voy a escribir una novela que denunciará la soledad del individuo en esta sociedad deshumanizada, total, de perdidos al río... Pero no olviden que arrieros somos, y el que avisa no es traidor, porque el pueblo, unido, jamás será vencido.

Meléndez sigue riéndose de la justicia y dice que es víctima de una persecución.

Demóstoles