viernes, febrero 24, 2006

El Crispañol cuando Crispa es que Crispa de Verdad

Todos sabemos que la crispañolidad es un estado mental y como tal no está sometido a las burdas leyes de la geografía: Crispania es allí donde hay un crispañol. El Crispañol es consciente de su importancia en el esquema de las cosas y lleva consigo, como enseña, escudo y bandera, su crispañolidad. Tanto es así, que incluso cuando está en otras naciones foráneas, hace gala de sus virtudes cripañolas, por las que es mundialmente conocido. He aquí el caso más claro de crispañolidad en lo universal, un hombre tan crispañol de pura cepa, que lleva en si a Crispania a donde quiera que va. Incluso a paises renegados que hace tiempo que dieron la espalda a la Madre Crispania (para poder, entre otras cosas, cometer los mismos erores pero por su cuenta y luego achacarlo todo a la herencia de antiguos desmanes crispañoles. ¡Acabáramos!). Tan alta estima alcanza a ojos de todo el mundo este hombre como representante de valores eternos, que hasta sus enemigos jurados y conjurados tiene que salir en su defensa.


Será para evitar que la líe más, supongo. Pero claro, si el hombre se cree Virrey de Crispania en las Indias, serán los demás lo que tendrán que acatar su decisión. ¡Qué espécimen! ¡Qué hombría! ¡Qué bigotes!


Locke