Lo primero fué buscar un ejemplo. La aceleración de la gravedad en la tierra al nivel del mar,g, es de 9,8 m/s2. ¿Como puedo llegar a esa conclusión? Puedo tirar muchos cuerpos de diferentes formas y tamaños desde diversas alturas y cronometrar lo que tardan en caer. Como ya he visto los resultados en muchos sitios, me puedo ahorrar el experimento real y hacer lo que Einstein llamaba un Gedankenexperiment, es decir, un experimento mental.
"Ya estoy en el mundo de las ideas. Concretamente en el portal de la idea del edificio donde vivo. Voy a ir subiendo las escaleras de mi edificio cargado de objetos y cuando llegue a una ventana los voy tirando de uno en uno. Puede vd imaginar a un sevidor con una bolsa llena de cosas: un martillo, una pluma, tablas, hojas de papel, esferas de diversos materiales...y en la otra mano un crono para contar el ttiempo que tarda cada cosa en caer. En cuanto llego al primer piso y empiezo a tirar cosas se asoma mi vecina, que es una cotilla, y cuando el martillo le pasa rozando se vuelve a meter en su casa gritando que la quiero matar y llamando a la policía. Intento explicarle a gritos por el patio interior que no he tirado un martillo, sino la idea de un martillo. Que el martillo que ella tiene en casa es al que yo he tirado como la sombra de un objeto proyectado en la pared de una caverna en la que todos estámos encadenados. Pero que le voy a contar a ella de cavernas...
Total, que cuando llegan la policia, la ambulancia y el psiquiatra yo ya estoy en la azotea tirando una esfera de madera casi perfecta. En realidad está un poco cascada de tanto golpe pero asumo que el eror introducido es despreciable. Pero para despreciable yo, le cuenta mi vecina al policía. "Oiga señor guardia, que lo de la caverna era una metáfora, no se crea nada que ahora bajo y se lo explico" Pero el policía es muy amable y dice que no me moleste, que ya sube él a por mí...
Le ahorraré la descripción del forcejeo con el guardia, los aspavientos de los técnicos de la ambulacia, las sirenas sonando y el psiquiatra preguntándome por mi infancia. La cuestión es que consigo explicar al policía que no estoy loco, que estoy haciendo un Gedankenexperiment sobre la gravedad para colgarlo en mi blog. Si, señor agente, Gedankenexperiment va todo junto pero no estoy seguro de si lleva guión. Mi infancia muy bién gracias ¿Alguien puede apagar esa sirena?
Cuando termino mi historia el policía examina el papel donde he anotado los tiempos y me mira inquisitivamente:
- Algo no encaja. El rozamiento con el aire está interfiriendo con tu experimento. Si te fijas en la pluma, veras que ha caído mucho más despacio que el martillo porque al ser más ligera es más sensible al rozamiento. Además, los objetos esféricos se comportan todos igual pero los planos como tablas, hojas de papel, etc tienen una caída más rápida o más lenta según la orientación con que los tires, un claro indicio de que sus características aerodinámicas están afectando a tus resultados...Podríamos hacer un análisis de varianzas pero el caso esta tan claro que no veo la necesidad de hacerte soplar.
- Pues tiene usted razón señor agente ¿Que puedo hacer ahora?
- Necesitas una columna de vacío. Puedes fabricértela con especie de pecera cilíndrica de metacrilato y le pones una valvula especial que te permita sacar el aire con una bomba de bicicleta. Si dejas caer los objetos dentro de la columna, el aire no será problema. Pero me temo que voy a tener que multarte por experimentación ilícita.
- Pues muchas gracias señor agente, de ahora en adelante modificaré mi diseño experimental y respetaré los semáforos. Este puede ser el principio de una hermosa amistad. ¿Se puede llevar a mi vecina?
- Lo siento --me dice mientras tira patio abajo una botella de agua de Vichy-- esto es el mundo de las ideas no el país de Jauja.
Así que vuelvo a recoger los objetos, me hago con la columna y vuelvo a repetir el experimento. Lo bueno de la columna es que puedo continuar en casa y el único que me mira mal es el gato. Cuando tengo todos los puntos hago una gráfica, trazo una recta que pase lo más cerca posible de todos los puntos. El error experimental hace que todos estén un poco desplazados, pero al final consigo una linea que está razonablemente cerca de todos ellos y midiendo su pendiente obtengo que g es mayor que 9,5 y menor que 10 pero no puedo ser más preciso en estas condiciones.
Así que vuelvo del mundo de las ideas con la respuesta de g está entre 9,5 y 10. Creo que mi experimento y mis conclusiones pueden ser calificadas de muchas maneras pero no de arrogantes. ¿Dónde está esa arrogancia científica? Pues está en que, al día siguiente llego a la oficina y la chica esa tan mona de contabilidad me dice:
- ¿Sabes que g vale 67,89?
- No puede ser --contesto asombrado-- ¿Como lo has calculado?
- ¿Calcuqué? Lo soñe anoche y yo creo que los sueños son manifestaciones de la madre Gaia. Si ella dice que g vale 67,89 es que eso es lo que vale, ni más ni menos.
Por eso, señor juez, la tiré por la ventana gritando: ¡nueve coma ochooooo! Pero háganos un favor a todos, no llame a declarar a mi vecina.
Demóstoles.
3 comentarios:
Me horripila reconocerlo, pero ¡chapeau! Muy bueno... (Ahora sólo faltan las cizañas de Ratamplán)
Joder,
pues aunque a mi tambien me cueste reconocerlo, me he partido de risa, muy bueno, si segnor!
Chasgracias, parece esto de crispania nos está precipitando en el surrealismo.
Pero no se vayan todavía, aún hay más. Estamos haciendo una incursión en el periodismo de investigación y pronto soltaremos una noticia sorprendente.
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