Aparte de los chistes de mal gusto sobre el líder de la oposición que ya circulan por ahí sobre palomos cojos, mariposas, coccinellas septempunctuatas, hadas y demás seres dotados de alas, me parece que la reflexión sobre esa declaración (festiva en realidad, lo sé) merece un análisis: por no darnos, Dios tampoco nos dio un sistema parlamentario con sufragio universal, y sin embargo tras el último batacazo electoral Rajoy sigue intentándolo (cosa respetable, por supuesto), y no se lo toma como una advertencia de cambiar de carrera y dedicarse a sexador de pollos (cosa también respetable, por supuesto). ¿Entonces por qué recurrir a Dios para explicar un cambio de transporte y sin embargo no para el empeño en presentarse a la presidencia de este país?
Locke
Y la próxima semana, hablaremos de Meléndez.
2 comentarios:
Dios no nos ha dado alas porque, como ya os dije en un post anterios, es malvado. En parte es un problema de monopolios. En la antigua grecia había muchos dioses y eso te daba espacio para el regateo. De hecho había un caballo con alas ¿no?
Mientras vivamos en el ámbito judeocristiano lo tenemos crudo porque Dios es uno y monopolista. Además se puede permitir el lujo de ser un cartel de una sola persona gracias al misterio de la trinidad, el muy abusón.
de todas formas, aunque sería monísimo que todos tuvieramos alas, hay cosas más urgentes en la lista de tareas de Diós como huevos cúbicos fácilmente apilables que no provoquen efectos secundarios.
Excellent, love it!
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