¿Que he conseguido con todo eso? Nada. Mejor dicho, ojalá no hubiera conseguido nada. He conseguido que me llamen inquisidor, fanático, intolerante, ignorante, etc. Y yo he tenido suerte. Conozco a unos cuantos que, por ser más importantes que yo, han recibido ataques más virulentos. Campañas de difamación, insultos directos bastante desagradables, agresiones... Incluso conozco a uno de quien se ha llegado a decir que cobra de los militares por silenciar el Fenómeno Ovni ¡Manda güevos!.
Y si lo poco que conseguimos es malo ¿Por que perdemos nuestro tiempo en ello? No sé por que lo harán otros, pero yo empecé por un arranque de altruísmo. Me parecía infame que unos pocos desaprensivos le sacaran el dinero a la gente con tonterías como el tarot o la homeopatía. Me parecía especialmente repugnante usar la parafernalia pseudocientífica porque esta suele engañar a quien menos cultura tiene, es como robar a un pobre. Consideré, hace mucho tiempo, que al vivir en una sociedad que ha dilapidado millones de las antiguas pesetas en mi educación --Secundaria gratuita y universitaria subvencionada al 80% durante los cienes y cienes de años que tardé en licenciarme-- estaba obligado a corresponder de alguna manera. A poner esa educación al servicio de la sociedad que me la proporcionó. Admito que esa concepción idealista sobre reciprocidad y responsabilidad me duró más bién poco. Han sido algunos años de darme contra un muro y recibir insultos de las personas a las que supuestamente trataba de ayudar. ¿Quién sufre los abusos de los homeópatas? los que van voluntariamente a su consulta ¿Y con Meléndez o la pitonisa Lola? idem. Vivimos en una sociedad en la que la educación básica está garantizada para todos. Ya pasaron los tiempos de los santos inocentes y hoy en día, cree aquel que quiere creer.
Lo que me ha llevado a continuar es el más elemental sentido de autoconservación. Cuando un chalado se dedica a vender lentejas que curan el Cáncer, es solo eso, un chalado que se saca unas pelillas a costa de gente que se pone en sus manos. Es repugnante que alguien pueda enriquecerse con la desesperación de un enfermo pero, si intentas interponerte será el propio paciente el que la tome contigo. Mejor no meterse. El problema con este tipo de creencias basadas en la fé es que se extienden y, cuando llegan a ser mayoritarias, prevalecen sobre los datos y las pruebas. ¿Imaginan a los personajes del CSI guiándose por crierios pseudocientíficos?
- Hey Grisson. Mira el trazo agresivo con que este individuo remacha las tés y el sinuseo sibilino de sus eses.
- Tienes razón Nick. Y la equivalencia numerológica de sus apellidos suma 666.
- No hay duda, es el asesino. hizo un viaje astral de Colorado a Philadelphia y mató a la víctima con su aura.
- Tengo un SMS del laboratorio: Los posos del té confirman que el asesino es capricornio. ¡Con estas pruebas no escapará de la silla eléctrica!
Pues por eso.
Demóstoles
3 comentarios:
¡Qué dedicación a la causa! ¡Qué forma de combatir por un ideal! ¡Si parece que *crees* en ello! :-)
Creo tanto en la autoconservación que ... ¡Moriría por ella!
Bueno es un decir,
Yo parafraseando a Super Lopez:
"Antes morir que dejarme matar"
debe ser que carezco de instinto de autoconservación ;-)
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